El plátano es alimento fundamental en la dieta del venezolano (y del caribeño en general). No mentiría si dijera que un venezolano promedio lo come (en alguna de sus variantes) al menos una vez al día. Para los exiliados, la cosa se complica un poco pero, afortunadamente, donde haya chinos seguro hay plátano. Es una ley de la globalización… Así es como uno de mis rincones favoritos en Dublín es un mercado asiático que queda en el centro. Entre vegetales retorcidos, raíces de jengibre y galanga, con cartelitos incomprensibles en mandarín, siempre hay yuca y plátano. Los traen verdes e, invariablemente, hay que esperar semanas para que se maduren (si es que llegan a madurarse), pero el plátano da para todo. Hay recetas que lo piden verde, otras maduro. Como ya lo dije en alguna receta, hay que usar el plátano apropiado porque tanto sabor como textura cambian considerablemente dependiendo de la madurez. El verde es harinoso y un poco astringente, mientras que el maduro es suave y dulce.
Para aquellos que no saben cómo escoger un plátano, no se asusten con las pintas negras. A medida que el plátano se va madurando, la concha se va poniendo más negra. Sólo hay que cuidar que no esté muy magullado al escogerlos maduros.
Para pelarlos, hay que cortar los dos extremos y correr la punta de un cuchillo a lo largo del plátano. Si está maduro, la concha debería despegarse fácilmente. Con el plátano verde la concha se pega más, así que probablemente valga la pena hacer dos de estos cortes longitudinales.
Aquí tienen unas fotos de tajadas, hechas con plátanos pintones:
Algunas recetas que usan PLÁTANOS en las Gastrocrónicas:
¿comer el plátano hervido con la concha engorda?
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no… yo lo estoy comiendo y estoy bajando de peso…
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