En un arrebato de inspiración, y recordando una receta marroquí publicada en las Gastrocrónicas hace algún tiempo, aquí les paso este invento, que resultó bastante decente y recibió una calurosa bienvenida hace unos días por parte de Hugo. La receta de los muffins es una versión personal, basada en Muffins (The Australian Women’s Weekly), y Cook’s Library: Baking (Parragin Publishing).
INGREDIENTES
Para 12 muffins grandes
Muffins
3 tazas (generosas) de harina no leudante
4 cdtas polvo de hornear
1 taza de azúcar blanca
2 huevos, ligeramente batidos
2/3 taza aceite vegetal u 8 cdas mantequilla derretida
1 taza leche (o más si se necesita)
Sirope cítrico
Jugo de 2 naranjas
Jugo de 1 lima
Jugo de 1 limón
½ taza (5 cdas / 75 g) azúcar
1/4 taza papelón rallado (opcional)
3 clavos
2 estrellas de anís
1 palito de canela
- Precalentar el horno a 400ºF / 200ºC. Engrasar los moldes para muffins, o ponerles papelitos.
- Cernir la harina y el polvo de hornear en un recipiente mediano.
- En un recipiente grande, mezclar bien el azúcar con el aceite o mantequilla, huevo y leche. Incorporar los ingredientes secos, mezclando bien pero sin sobrebatir. Si la mezcla está demasiado pastosa, se puede añadir un poco más de leche, pero muy poco a poco para que no quede demasiado aguada.
- Llenar los moldes y hornear por 10-15 minutos si están usando moldes para mini-muffins, o por 20-25 minutos si usan moldes grandes (o hasta que estén dorados y al insertar un palillo, salga seco). Dejar enfriar por unos 5 minutos, desmoldar y dejar enfriar un poco más en una rejilla.
- Mientras tanto, para hacer el sirope cítrico, poner todos los ingredientes en una ollita y poco a poco llevar a un hervor, revolviendo hasta que el azúcar (y el papelón, si usan) se disuelva por completo. Hervir a fuego medio-bajo por unos tres minutos. Colar el sirope para sacar el palito de canela, los clavos y alguna semilla que se escape por ahí .
- Pinchar los muffins aún tibios con un tenedor, en especial en el centro, y rociar con el sirope caliente, teniendo cuidado de no inundarlos demasiado y dándoles chance de absorber el líquido. Este paso puede ser desastroso, pero bien vale la pena limpiar la cocina.
Fotos para la próxima (si Hugo deja…)