Si a usted le gusta el coco, éste es el postre a preparar. Si usted es un detractor del coco, arriésguese, no sea cobarde. Se llevará una grata sorpresa. Esta receta, robada a mi cuñada, es sencilla y deliciosa.
INGREDIENTES
Para unos 40 coquitos
2 yemas de huevo
1 lata de leche condensada
1 pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
3 tazas de coco rallado (*ver nota abajo)
- Mezclar los ingredientes en un bol (recomiendo empezar por batir las yemas de huevo y luego incorporar la leche condensada, sal, vainilla y, por último, el coco).
- Engrasar una bandeja para hornear y formar conitos con una manga dejando 3 cm de separación entre ellos. La manga que tenemos en casa es pequeña y de pico muy fino, así que no nos funcionó, pero hicimos las peloticas con una cucharita y le dimos forma con los dedos humedecidos (así la mezcla no se pega).
- Dejar reposar 15 minutos.
- Precalentar el horno a 325º F / 160º C.
- Hornear por 15 minutos, hasta que se doren.
Notas extra:
- La receta original pide 8 tazas de coco rallado*, pero yo creo que con 3 es más que suficiente. Aquí conseguí coco seco, rallado grueso, y supongo que eso influyó en la cantidad. Si consiguen coco fresco, o rallado muy fino, tal vez sí necesiten más cantidad
- Mientras más aguada la mezcla, más chiclosos quedan por dentro (que no necesariamente es algo negativo, ojo). Si la mezcla es más dura, los coquitos quedan más secos y son más fáciles de moldear. María Luisa sugiere que si la mezcla está muy aguada y no se puede poner en la badeja de hornear porque se desparrama, es mejor formar los coquitos en papelitos individuales (tipo de bombón).