Tomando un poco de Arguiñano, de la sazón Barriola y del imaginario propio, aquí les va otro pescado. Perfecto para la Semana Santa gracias al componente religioso que le da el laurel.
4 churrascos de atún
1 lata mediana de tomates ó 4 tomates maduros
1/2 taza de perejil fresco picado
1/2 taza de cilantro picado
1/4 taza de estragón fresco picado (puede ser también orégano)
1 hoja de laurel
1/2 de taza de salsa de pescado
1 cucharada de harina
1 shallot (chalote, escaluña, ascalonia) de buen tamaño
Sal
- Sofrían el shallot en aceite por un minuto. Luego le añaden el tomate y las hierbas y reducen durante unos 10 minutos a fuego alto. Incorporan la cucharada de harina y luego la salsa de pescado.
- El atún se sella aparte antes de combinarlo con la salsa. Dependiendo cuan salada es la salsa de pescado que usen, adoban con más o menos sal. En un sartén añaden aceite y lo sofríen a fuego alto 1-2 minutos por lado, hasta que se dore un poco por cada lado pero aún esté rojo en el centro.
- Combinan el atún y la salsa de tomate y cocinan a fuego medio por 10 minutos. Lo acompañan con arroz blanco y sirven.
A todas estas, algunos se preguntarán qué tiene de religioso el laurel. Muy sencillo, agregar laurel a las salsas, una tradición ya centenaria que heredamos de la cocina española, no se explica sino a través del componente mágico-religioso. No hay otra lógica que justifique agregar un condimento que no sabe a nada, sino que más bien estorba. Nosotros igual le añadimos su hojita porque de que vuelan, vuelan.