No tengo fotos de este postre, pero igual vale la pena montar la receta, copiada de Cooking desserts (Murdoch Books). Es muy fácil, pero el resultado es rico y elegante. Supongo que se puede hacer con cualquier fruta suave, bayas en especial.
INGREDIENTES
500 g fresas/frutillas
250 g mascarpone
1/3 taza azúcar fina (caster)
1 cda gelatina en polvo sin sabor
- Disolver el azúcar en media taza de agua (en una olla pequeña) a fuego medio-bajo, por unos 3-4 minutos. Luego espolvorear la cucharada de gelatina y revolver hasta disolver, un par de minutos más. Apartar del fuego y dejar enfriar un poco.
- Lavar y quitarles el tallito a las fresas. Licuar hasta que la mezcla esté suave.
- Agregar el mascarpone y mezclar bien.
- Con la licuadora prendida, ir añadiendo poco a poco el líquido con el azúcar y la gelatina.
- Verter en un molde de un litro y refrigerar toda la noche, o hasta que se asiente el mousse.
- Para desmoldar, sumergir el molde en agua caliente por unos 10 segundos y voltear.
Notas
- No creo que haya un buen sustituto para el mascarpone. Tal vez se pueda hacer el intento con queso crema, pero a la hora de endulzar hay que tomar en cuenta que éste tiene un punto de acidez superior al mascarpone.
- Hay que asegurarse de disolver bien la gelatina, para que no le queden grumitos desagradables.
- La receta original pide sólo una cucharada de gelatina, pero a mí no me asentó muy bien, así que la próxima vez le pongo un sobrecito completo (que da más o menos cucharada y media o dos).
- Este postre hay que comerlo rápido, porque tanto las fresas como el mascarpone se dañan rápido.