POLENTA (o FUNCHE) AL GRILL

Después de comer comida italiana de cafetín por dos años, debo admitir que le agarré un poco de fobia a la polenta aguada y sosa, así que cada vez que íbamos a Little Italy a comprar pastas y arroz para risotto, pasaba de largo sin voltear a ver el paquete.  Pero hace ya unas semanas, nuestra amiga Ana, de Croacia, nos preparó un banquete istrio de chuparse los dedos (crónica por venir, lo prometo), que tenía como acompañamiento una polenta deliciosa, así que me reivindiqué con ella y compré un paquete para ver qué inventaba.  Días después, buscando qué cocinar en mi nuevo sartén/grill, encontré esta receta en Grill: Stylish Food to Sizzle, de Linda Tubby.  Siguiendo las instrucciones, la noche anterior comencé a hacerla y al día siguiente la corté y la puse al grill.  No fue hasta que la probé que mi cerebro hizo la conexión: ¡FUNCHE!

Ya escribí en la crónica del pastel de chucho sobre Friomar, aquel restorancito donde Cucho y La Negra hacían la mejor comida margariteña de Venezuela.  Solían poner el funche en cestas, como se pone pan en cualquier restorán, junto con mantequilla semi-derretida por el calor.  Llegando de la playa, cuando uno está casi desmayado del hambre, el funche sabía a gloria.  Jamás se me pasó por la cabeza que la italianísima polenta tenía su equivalente en mi propia tierra.  Investigando un poco (San Internet), vi que la harina de maíz que se usa en ambos es la misma.  La única diferencia es que la polenta tipo puré que uno asocia con Italia lleva más agua.  Tan simple como eso…

En fin, que si están hartos de acompañar sus comidas con arroz o papas, hagan el experimento con este funche, que se puede aliñar con las hierbas que quieran.

INGREDIENTES
 
Para 6-12 personas
2 cucharaditas de chile pasilla en hojuelas (o cualquier otro ají picante seco que tengan a mano)
5 2/3 tazas (1.3 litros) de agua
1 1/4 tazas (250 g) de polenta instantánea
1/4 taza (50 g) mantequilla
75 g queso parmesano rallado
2 cucharadas de eneldo fresco, picado
2 cucharadas de cilantro fresco, picado
2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva
Sal, al gusto
  • Con un cuchillo afilado, picar las hojuelas de chile/ají para que queden más finas todavía.
  • Echar en una olla mediana junto con el agua, hervir y poner un poquito de sal (recuerden que el queso parmesano es salado, y es preferible rectificar la sazón más adelante).
  • Ir agregando la polenta como lluvia, poco a poco, revolviendo constantemente para que no se formen grumos.
  • Bajar el fuego y seguir revolviendo por algunos minutos.
  • Cuando la polenta esté espesa y forme burbujas grandes, agregar la mantequilla, el queso parmesano y las hierbas.  Probar y agregar más sal si es necesario.
  • Verter en un molde previamente engrasado de 33×23 cm / 13×9″.
  • Dejar enfriar y, cuando ya no se sienta caliente, meter en la nevera toda la noche (o por unas cuantas horas) hasta que se ponga firme.
  • Sacar de la nevera una media hora antes de usar.  Corta en triángulos y pintar con el aceite de oliva.
    • En la receta original, sólo se pinta una cara de la polenta, pero yo prefiero dorarla por los dos lados.
  • Calentar el grill hasta que, al echar una gota de agua, se evapore instantáneamente.
  • Bajar un poco el fuego (a medio, medio-alto) y cocinar los triángulos de polenta por unos 2 minutos por lado (también se pueden girar 180º y dorar un minuto más para formar rombos), o hasta que se doren. Como pueden ver abajo, también se pueden tostar en una sartén bien caliente.

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