Para cocinar rico no hacen falta ingredientes rebuscados ni técnicas complicadas. Yo creo que ése es precisamente el secreto de la cocina italiana: usar pocos ingredientes, pero bien combinados. Aquí les paso esta receta tomada de Carluccio’s Complete Italian Food, de Antonio y Priscilla Carluccio, con las variaciones de siempre. El nombre se debe a que la salsa utiliza los mismos ingredientes que una pizza (napolitana).
INGREDIENTES
Para 4 personas
4 cucharadas de aceite de oliva
4 pechugas de pollo, limpias
2 dientes de ajo, lajeados
4 filetes de anchoas
1 cucharada de alcaparras
1 cucharadita de perejil picadito
500 g pulpa de tomate (puede ser enlatado, licuado o con trocitos, dependiendo del gusto personal)
1 cucharada de orégano seco
Sal y pimienta negra, al gusto
- Freír las pechugas en el aceite de oliva durante unos 8-10 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y bien cocidas. Les sugiero no freír a fuego alto para que no se arrebaten y endurezcan (y mucho mejor si usan pechugas gruesas).
- Una vez bien cocidas las pechugas, hacerlas a un lado en la sartén y agregar el ajo, anchoas, perejil y alcaparras. Saltear un poco, hasta que las anchoas se deshagan.
- Sobre las alcaparras: si vienen en agua, van a estar saladas pero no hace falta enjuagarlas. Si vienen en salmuera, lávenlas y déjenlas en remojo en agua fría unos 10 minutos antes de usar, para eliminar el exceso de sal.
- Sobre las anchoas: aun si no son amantes del sabor, les recomiendo no dejar de usarlas. Las anchoas sofritas se deshacen en una pasta que NO sabe a pescado, pero que le da un gusto riquísimo a las salsas. Hagan la prueba y se sorprenderán.
- Incorporar el tomate y el orégano, salpimentar al gusto (recordando que tanto las alcaparras como las anchoas ya son saladas), revolver bien y dejar cocinar por unos 5-10 minutos.
- Servir con un buen puré de papas o con polenta.