En estos días Hugo estaba antojado de comer lentejas y yo de preparar rotis otra vez, así que agarré uno de mis libros de comida india (Best Ever Indian Cookbook, de Mridula Baljekar, Rafi Fernandez, Shehzad Husain y Manisha Kanani) y me puse a hojearlo. Di con esta receta, que se hace originalmente con toor dhal, unas lentejas amarillas partidas. Justo había gastado el paquete que tenía preparando hamburguesas vegetarianas, así que las sustituí (como pueden ver en la foto) por lentejas marrones. Una de las ventajas de las lentejas sobre el resto de los granos es que no hace falta dejarlas remojando toda la noche, o prepararlas en olla de presión. En menos de media hora pueden estar listas y, como buen grano, son baratas, llenan un montón y es casi imposible que queden mal hechas. Aquí les paso entonces este plato, gustosísimo y que no necesita demasiados ingredientes exóticos. Se puede comer como acompañante, o como un plato vegetariano fuerte.
- Cocer las lentejas en una olla con agua y un poco de sal hasta que estén blandas. Si usan lentejas amarillas, de las pequeñitas, lo más probable es que se deshagan rapidísimo, así que no perderlas de vista. Si consiguen toor dhal, se pueden tardar hasta 45 minutos en ablandar. Las lentejas marrones no se tardaron más de media hora. Escurrir bien y reservar.
- Calentar el aceite en un karahi, caldero, wok, o sartén grande, poner las semillas de cebolla y dejar por algunos segundos.
- Sobre las semillas: cada vez que cocinen con semillas, es recomendable tostarlas o sofreírlas (dependiendo del plato), antes de mezclarlas con los demás ingredientes. El calor hace que boten sus aceites esenciales, dándole un sabor más intenso a la comida.
- Añadir las lentejas y sofreír con las semillas por unos 3 minutos.
- Agregar el cebollín, junto con el ajo, cúrcuma, jengibre, ají en polvo, hojas de fenogreco y sal, y continuar sofriendo por 5-7 minutos.
- Sobre la alholva o fenogreco (fenugreek, en inglés): lo que se consigue usualmente son las semillas, no las hojas. Según el libro donde tomé la receta, las hojas son amargas y no se suelen comer solas, pero quedan muy bien con los granos. Se pueden conseguir, si deciden incluirlas, en mercados asiáticos.
- Echar un poco de agua, lo suficiente como para hidratar la mezcla y que se suelten un poco los granos.
- Echar los tomates enteros (si son cherry, o cortados si son normales), el cilantro, pimentón y jugo de limón. Mezclar bien y servir, decorando por encima con el cilantro y cebollín extras.
- Servir con rotis.
Tienen una pinta estupenda, aunque por aquí será difícil conseguir unos ingredientes.
I'll do my best 🙂
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