
2 cucharadas de pasta de tomate
- Lo primero es cocinar la carne: en una olla grande, se pone a hervir bastante agua (1½-2 litros, lo suficiente como para que cubra cómodamente la carne). Se le agregan las hojas de laurel, los granos de pimienta, la cebolla o ajoporro / puerro, los dientes de ajo y las ramitas de cilantro o perejil. Salpimentar al gusto (y echar el cubito, si usan).
- Cuando el agua rompa a hervir, echar la carne, tapar y bajar el fuego a medio. Dependiendo del tipo de carne que usen, la cocción puede variar entre 45 minutos y 2 horas. Aquí en Irlanda la carne es muy tierna y el round steak sólo requiere de 45-60 minutos para ablandarse.
- Una vez que esté lista, colar y reservar el caldo. Desechar los pedazos de cebolla, ramitas de perejil, etc. Dejar enfriar un poco la carne.
- Cuando ya se pueda manipular cómodamente, desmenuzar la carne en hilitos (del tamaño que quieran: más finos para hacer pisillo, más gruesos si quieren la carne más jugosa).
- En un caldero grande, poner a calentar el aceite onotado (o aceite normal, si les da flojera prepararlo). Sofreír la cebolla a fuego medio-alto por unos 4-5 minutos hasta que se ponga transparente y se suavice. Agregar el ajo, pimentón y ají dulce, y seguir sofriendo por 3-4 minutos más.
- Agregar la pasta de tomate y el tomate en cuadritos. Saltear por unos minutos hasta que el tomate comience a deshacerse.
- Lo bueno de pelar el tomate es que se deshace más rápido, pero no pasa nada si les da flojera.
- Mucha gente le quita las semillas también, pero en este caso, el líquido que tienen ayuda a que la carne quede más jugosa, por eso se las dejo.
- Una vez que el sofrito base esté listo, agregar la carne desmenuzada y mezclar bien. Echar un poco de caldo (1/2-1 taza), bajar el fuego a medio y seguir revolviendo regularmente para que la carne se impregne bien del líquido. Cocinar hasta que se merme, sin llegar a secarse por completo. Pueden ir agregando más líquido si quieren que la carne de deshaga un poco más.
- Lo que les sobre de caldo se puede congelar, o convertir en una deliciosa sopa de cebolla, por ejemplo.
- Probar y rectificar la sazón. Lo más probable es que necesite un toque más de sal.
- Servir con arroz blanco, caraotas refritas y tajadas.
